11 nov 2008

Bichos

Llegó el verano y con él el calor, y varios sabrán que mi balcón cuenta con una frondosa vegetación: muchísimas plantas y árboles (sí, hay un par de árboles, entre ellos un paraíso y un limonero), mantenidas por mi vieja.
El tema es que con el calor muchas veces ni da dejar el aire acondicionado prendido mientras no estoy en el cuarto, entonces opto por la ventana abierta. Aunque esto tiene sus contratiempos: cuando vuelvo, siempre tengo algún encuentro poco feliz con algún bicho, muchas veces insectos que desconocía hasta el momento de verlos. No simpatizo con los bichos y muchas veces me dan asco, así que no me fascina la situación.
Ayer a la noche, apago la luz para dormirme y me tiro en la cama, aunque un rato antes de que me venga a buscar Morfeo siento algo que camina por mi espalda. Algo asqueado enciendo la luz del cuarto para mirar si había algún elemento extraño en mi cama, y nada. "Me debe estar rozando la frazada y yo estoy muy sensible", pienso. Vuelvo a recostarme en mi lecho, cuando nuevamente (esta vez de modo inconfundible) siento algo moverse por mi espalda. Luego de haber corroborado nuevamente que no había nada en mi cama, me saco la remera y la sacudo. Mi desagrado disminuyó notoriamente cuando vi que lo cayó fue un inocente coccinélido, más conocido como Vaquita de San Antonio.
Hoy mientras miraba alguna boludez en Internet, miro hacia abajo y veo algo alargado, finito y negro (de tamaño considerable) caminar por el piso de mi cuarto. No era una cucaracha; no tengo ni la menor idea de la identidad de su especie, aunque puedo decir que no era lindo.
En fin; la situación se está tornando inmanejable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

podrías para solucionar tu problema acudir a un viejo pero efectivo invento llamado "mosquitero" que no es más una simple y casi transaparente malla de generalmente aluminio, que se pone en la ventana, con el fin de evitar que, teniendo la ventana abierta, entren bichos molestos.

Anónimo dijo...

Jaja Coincido con la sugerencia del mosquitero...

A mi en unas vacaciones en una casa que tenían mis abuelos en la costa, por "superpoblación" en los cuartos dormí en una especie de sótano donde había una ventana abierta a la altura de la tierra/pasto (y el mosquitero estaba roto). A la mañana siguiente me desperté y tenía una araña de tamaño considerable (5 cm de diámetro, por lo menos) "acostada" al lado mío...

Bonito recuerdo... Saludos!