1 oct 2006

Cuidate pebete, ojito, ojete.

Por
Dan Zajdband

Ayer, luego del gratificante encuentro en la casa de Vena debidido a su fechoria de Chaplin Bar, volví a casa con Chelo y Fefe en un taxi. Mi equipaje estaba compuesto por una mochila/bolso y la guitarra de Nico (mi primo) que utilizé en mis practicas.
Luego de dejar a Marce y a Fefe en sus respectivas casas, quede a solas con el conductor del vehiculo.
Le indique el destino de mi viaje y allí comenzó el dialogo, casi monologo, entre el chofer del taxi y mi persona:

T: Taxista
D: Dan (yo)

El taxista observa m guitarra a traves del espejo delantero y pregunta:

T: ¿Son de un grupo de Rock?
D: No. Somos solo amigos, venimos de un asado.
T: Pero vos tocas la guitarra, ¿tenes un grupo?
D: Eh, nos vaos a emezar ajuntar con unos amigos a tocar.
T: Mira, trata de no usar drogas porque eso es para giles, no las necesitas.
D: Seguro, eso lo tenemos bien claro, solamente nos gusta la música.
T: Mira que te lo digo por experiencia eh!

En ese momento preferí callar para acabar con esa conversación que poco e interesaba a esta altura de la noche, pero cuando me di cuenta que mi silencio significaba interes para mi consejero ya era tarde.

T: Yo de pendejo me metí en quilombos por la droga y es al pedo ¿entendes?, no lo hagas pero no por vos, or tu familia.
D: Seguro.
T: Yo me metí en el porro y me fue mal, en realidad fuem un par de veces pero me di cuenta a tiempo.
D: Si, claro.

Ante las contradicciones del conductor preferí no comentar para no desatar la furia de este que a cada paso insultaba a sus colegas. Preferi callar y continuar escuchando.

T: Porque no necesitas las drogas, yo trabajo 14 horas por día y no me canso y tengo 25 años de esto.
D: Que bien. (el comentari anterior de mi interlocutor termino por desinteresarme completamente, ya estaba seguro que no me diria nada importante.)

Luego de un rato de viaje llegamos a casa. Fui a dormir apaciblemente y hoy me desperte descompuesto debido a alguna parte del asado de la noche anterior.

Lo que todavia no puedo entender es que el taxista, mientras e hablaba de moral y cuidado de uno miso y de los demas, jugaba un extraño juego que pude entender al bajar. El señor que me llevó intentaba pasar la mayor cantidad de semaforos en rojo en la menor cantidad de tiempo posible sin mirar ni importarle los peatones que se le presenten en su camino.

4 comentarios:

Staro dijo...

jajajaj me mataste coqui....muy pero muy grosa esta nota......posta hay cada uno (cuando volvimos una vez de chaplin, con leo el venoso y no se kien mas el flaco se pone a hablar de la seleccion y a pekerman led aba con un hacha "¿pero que carajo se le cruzaba por la cabeza al sarnoso ese?" decía ajjaja y tabanmos q nos descostillabamos de risa jajajajaj pero bue....me encanto y aprovecho para decirte q la otra nota tmb muy buena pero seguramente ahi no le hiciste caso al tachero y te hiciste la gran fumaroooooola

Staro

Anónimo dijo...

una vez un taxista nos dijo q era al pedo llamar a nuestras madres para decirles el numero del movil por q tranquilamente podia haber robado el taxi y estar secuestrandonos de todas formas en ese momoento...


fue feo.. tuve miedoo.. le tuve q decir q parara en el edificio anterior al mio asi no sabia en donde vivo..



los quierooo

Marco dijo...

Dan: después de tu artículo anterior y de tus respuestas aparentemente desinteresadas al tachero te puedo decir al mejor estilo K y en portugués:
FUMAAAAASAAAAA!

kei dijo...

Marco, se escribe fumaça... jaja

Saludos!