23 sept 2009

Caballerosidad

Cuando llego a mi casa, hoy, me encuentro con una mina en la puerta, de aproximadamente 35 años, con varias bolsas del súper en el piso y buscando las llaves en la cartera. Cordial, le abro la puerta y se la sostengo por unos cuantos segundos, para que pueda agarrar las bolsas y entrar tranquila. Pasa como si nada, como si fuera una actriz de Hollywood, llama al ascensor. Cuando llega, vuelvo a abrirle las dos puertas y marca su piso sin decir absolutamente nada. Yo vivo en el último piso por lo que siempre me bajo después que algún casual acompañante, esta vez no fue la excepción y, todavía caballero, le abro las puertas del elevador para que pueda llegar a su departamento con las bolsas. Baja sin decir nada. Por mi cabeza comenzaron a cruzarse varios pensamientos: matarla ahí mismo, decirle que era una maleducada, que no me hubiera molestado que me agradezca algo o tirarle un "De nada" bien irónico. Cuando yo ya estaba cerrando las puertas del ascensor para seguir camino a mi piso, se escucha un leve "Gracias", apenas audible, como si se le hubiera caído de una de las bolsas del súper. Alcanzó para que no la odiara, pero aún sigo pensando que es una mala onda.

5 comentarios:

Kei dijo...

Sos demasiado caballero, yo me hubiese detenido en abrirle la puerta, y listo. Igualmente, te felicito por la actitud.

Kei dijo...

Hoy en día faltan jóvenes como vos!

AnoNimo dijo...

hay un dicho que dice "da sin esperar nada a cambio".
lo placentero de haber hecho algo por el otro es reconfortante para uno.
lo que el otro haga o diga es solo para acrecentar nuestra felicidad.

Dan dijo...

Eso te pasa por creer que vas a tener sexo en el ascensor.

Kei dijo...

jajaja! Muy bueno!